Nov 1, 2008

EL CUAUHTEMOC

En junio y julio tuve el gusto de que me visitaran unas amigas que venían de América, en fechas distintas pero al fin y al cabo me mantuvieron ocupada . Tambien estuvo en Dublin el mexicanisimo Buque Escuela Cuauhtémoc. Este último fue un gran acontecimiento, ya que se corrió la voz de que se podía visitar. Habria eventos a bordo, un seminario sobre turismo y el segundo una degustación de tequila. Al primero no asistí porque la verdad sea dicha yo sé mucho de turismo -jeje-y al segundo pues fui a constatar si era cierto que como decían los hermanos lelos “el mar, marea”. Pues entre tequila y vaiven del mar, se hizo realidad.

Hubo mucho viento y lluvia durante la semana que duró la visita del buque, pero no fue impedimento para conocerlo y como funcionó bien el “de boca a oreja, no de “boca en boca” porque la boca no oye” tanto los jefes superiores como la tripulación tuvieron oportunidad de practicar su inglés, mantenerse ocupaditos y preguntar oiga, así son de guapas las irlandesas????
Aparte del mar marea y eventos, el barquito trajo un trabajito especial. La tripulación, que no los jefes, venían sin pasaportes!!! Con eso de que el mar no tiene fronteras y de que algunos países no son quisquillosos con la documentación, atracaron en Canadá sin problemas y llegaron a Dublín sin que les pusieran trabas, pero de aquí navegarían por aguas inglesas en su camino a Francia donde estarían participando en otro magno evento. Entonces, según me enteré, aunque no me hagan mucho caso porque ya no soy chismosa y no tengo tiempo de indagar, les dijeron que si iban a tocar aguas británicas deberán tener sus documentos en orden o se buscaran otros mares, aguas!

Luego que llegaron a este puerto, un lunes como a las 10 de la mañana les dijeron, firmes ya!, a la Embajada ya! Y dos oficiales salieron corriendo al consulado, pudieron también haber llegado nadando pero ya era mucha agua, la del mar, la de la lluvia y luego a la embajada a través del río Liffey pues no. Ya habían llenado los formularios y sólo había que rellenar los pasaportes, pegar fotos y sellar.

En la Embajada ya estaba todo el numerito bien montado para hacer 225 pasaportes!!! Dos máquinas de escribir antiguas donde meter las libretas de pasaportes, como unas 300 cintas para esas máquinas, miles de frasquitos con liquido corrector, alrededor de 200 bolígrafos y unos megabotes de pegamento y una enorme lista de gente queriendo ayudar, ya que tal vez necesitarian ayuda para tenerlos listos en el menor tiempo posible.

Me adjudiqué el llenado de las libretas porque me divierto mucho -que no me burlo, por los nombres graciosos, lugares de nacimiento tan conocidos como otros extraños. Viéndose de esta forma uno no se aburre de lo mismo. Después, cuando anotaba sexo, me reía solita porque todos son del género masculino pero recuerdo que había un chiste en que un solicitante preguntaba: “perdone señor, que es esto de sexo F o M. Es F de frecuente o M de mucho, porque a mi se me dan bien los dos!

Ya, ya acabo con el barco y las 225 libretas de pasaportes que estuvieron listas en dos dias. En México les dijeron que les tomaría dos meses para hacerles sus pasaportes y el Capitán dijo “ni mares”, porque este es el lenguaje de la marina, a ver como navegamos.

Ayude como con unos 200 y los demás hicieron los 25 restantes! Al dia siguiente tenía yo un dolor de dedos que no vean, mis manos me quedaron como de pianista reumatico y acalambrado pero dejamos a los del barco mar a v i l l a d o s. Y colorín colorado este barco ya ha zarpado!

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