Jun 9, 2009

DEL TINGO AL TANGO 2

Diana quedó gratamente impresionada de vernos, la alegría hacía que su rostro brillara, yo me sentía muy complacida por encontrarme con mi amiga, en un lugar interesante, bonito y planeamos que después de salir del trabajo nos iríamos a cenar. Una vez dada la sorpresa de nuestra presencia le dimos la segunda, oye que te parece que nos mudemos del hotel a tu departamento. Encantada, es lo que pensaba proponerles que se salieran de donde estaban hospendandose y quedasen en mi casa. Ya todos felices nos encaminamos hacia el "metro" -en Buenos Aires le dicen "el subte"- con destino al hotel sacar la maleta para mudarnos a casa de Diana, pero, siempre hay un pero, mi marido me pregunta sin ton ni son, oye siempre andas batallando en encontrar tu teléfono que está en el fondo del oceáno de tu bolsa, que no tienes de estas cositas que se pegan al cinto. No, le contesto, no tengo, no me gustan y son antifemeninas. Pero si tu quieres cargarlo más a la mano y comodamente toma. Lo cogió, lo puso en su cinto y unos minutos después se lo robaron. Bueeeeno. En el metro dice él que vio a dos hombres que como que se le quedaban mirando a mi mochila con ganas de navajearla y que posiblemente en ese momento al acercarse más a mi que ya estabamos casi dentro del apretado vagón se distrajo y ahí fue donde se lo sacaron. Busco de inmediato un teléfono, llamo a mi amiga le pido de favor que telefonee a mis hijos a Irlanda, que reporten el robo y que pidan que lo bloqueen. Ella muy alarmada pregunta pero están bien? Si amiguita no te preocupes. Llamó a mis hijos. Por mi parte busco un internet cafe, escribo un email a mis compañeros para pedirles lo mismo. Era el 4 de mayo día festivo en Irlanda. Nos fuimos a su casa, la llevamos a cenar, nos bebimos una botella de vino argentino "Terrazas" cosecha 2005, muy bueno. No hubo más trago porque ella tenía que trabajar.
Amanece el día 5, pido a Dios que en casa mis hijos estén bien, desayunamos y no habiendo más cosas que lamentar cogemos camino. Estábamos en una de esas calles llena de viandantes, buscando la oficina de policía para dar cuenta del robo, cuando vislumbro un edificio que me llamó la atención porque no iba con nada de la arquitectura de los que están a su alrededor y porque estaba más alto que todos y feo. Me quedé papeando moscas cuando me percato que mi marido está rodeado de policías. Ay caray, me acerco y veo que le están pidiendo su cámara fotográfica. Y ahora, qué pasa le pregunto, no me contesta porque el poli le estaba pidiendo que le dejara ver la cámara. Otro emitía un recado por radio, el tercero me dice: es que está tomando fotos y aquí está prohibido. Por qué? pregunto, si no se veía nada de prohibiciones. En eso uno de ellos comienza a hablar por radio, aquí individuo tomando fotos, que venga el jefe. Yo me dije ay caray nomas esto me faltaba. Oiga poli para que llama al jefe?
Es que nos tiene que decir que hacer con este señor.
Mire, este señor es mi marido, somos mexicanos no tenemos la influenza y bueno, es mejor que venga, así le comento que el día de ayer nos robaron el teléfono celular. Ademas estamos de turistas, no sabemos ni por qué están ustedes en esta esquina, y tenemos que continuar nuestro camino.
Ah, me dice, lo del robo no es con nosotros, tiene que ir a las oficinas del metro donde pasó.
Ya llegó el jefe y le dice a mi marido a ver, cuál es la última foto que tomó? Esta. Bórrela. Mi marido la borra. A ver, ponga la otra. Mi marido la pone, el poli la ve y le dice, bórrela. Borrada. La siguienteee, esta es, pero no es de ese edificio. Está bien. A ver identificaciones, pasaportes. Oiga no lo traemos con nosotros y menos con el asalto que nos hicieron ayer le dije yo. Y le enseño mi identificación irlandesa, ahí donde aparezco con cabello rubio y ojos azul-verde. Mi marido no llevaba ninguna identificación. Esta bien, pueden retirarse. Me volteo a ver al más amable y le pregunto, que es aquí, por qué tanta prohibición. Es la Embajada de Israel. Pero no hay una bandera, una placa o algo que diga que es la embajada. Retírese y no pregunte más.
Y nos invitaron a alejarnos del lugar, increible, está céntrica, horrible, con vidrios polarizados seguramente blindados, sin señalización alguna ydijimos pues si, de mejores lugares nos han corrido. Shalom.

No comments:

Post a Comment

Gracias por tu visita.