Sep 3, 2010

GUMBALL DISPENSER


Desde hacía un buen tiempo que mi única hija venía quejándose de problemas femeninos, más específicamente del órgano reproductor, o sea de la fábrica que hace niños. Como toda madre le decía yo ve a ver al doctor, chécate, te acompaño si quieres. No, mamá yo voy. Y yo respeto su voluntad, ahí cuando quieras hija. El tiempo pasó y llegó hasta donde hace dos semanas ya no pudo más y tuvo verdaderamente no tan sólo que ir al doctor si no también al hospital. Le diagnosticaron un quiste y varios meomas y con esos tenía bastante para no concebir chamacos. Primero se espantó y luego preguntó que hay que hacer. Pues pasarte cuchillo hija, abrirte en canal o cirugía y entre más pronto mejor. Hijas, escuchen a sus mamás, atiéndanse. Mas tarde escribiré como cuidarse para evitar que meomas y otras pelotitas aparezcan en la matriz.
La programaron para la operación y en cuanto abrieron aquello estaba como la foto, llena de pequeñas pelotitas y el quiste. Con paciencia de santa la doctora que la operó (Dios la bendiga doctora) le quitó todos esos meomas y gracias a Dios salió todo bien. Ahora tiene que cuidarse, guardar vigilia y esperar que todo ese amor que ahora siente por el hombre que la ha inspirado para tener hijos rinda sus frutos en un futuro cercano. Ya huelo a abuela. No tengo prisa, me agrada la idea pero primero que nada la salud de mi hija. Salud hija, cuidate por favor. Te amo.

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