Sep 14, 2012

IRLANDA ACA

Hace más de un año que regresamos a nuestra tierra. El tiempo se ha ido volando y entre acomodarnos en nuestro nuevo ambiente, agarrarle la onda al nuevo trabajo dejé de lado mi pobre blog. Algunos amigos me han preguntado si ya no escribo, les contesto que si, pero de vez en cuando.  Desde nuestra llegada ha sido un constante estar ocupada, de un modo o de otro. Me hice la promesa primeramente de visitar seguido a mi madre que se encuentra en otra ciudad.  Me hice la promesa de al menos una vez por semana comer con mi hija la mayor, quien ya vive por su cuenta. Me hice la promesa de al menos una vez al mes conocer un lugar bonito y digno del cual platicar. Como buena politica mexicana me hice muchas promesas que no he podido cumplir. Eso sí, veo a mi madre un fin de semana al mes. 
Mi madre acaba de cumplir 86 años y su salud se ha visto mermada por un dolor permanente en su rodilla. Ya camina con bastón, ya le quedan sólo dos dientes, ya hace muecas por la falta de ellos. Ya siento feo verla caminar demasiado lento debido al dolor. Se opone a una cirugía. De una forma u otra le hemos dicho que tal vez le haga bien la operación, pero ella dice que no, que ha sabido de personas de su edad que se han operado y han quedado peor, por lo tanto se niega. Debido a su edad la hemos dejado y ahora casi no sale pues se cansa muy pronto y el dolor hace que le suba la presión. Ay mi madre!
Mi hija tiene sus propios planes y yo de ninguna manera quiero interferir en ellos, ya está grandecita, ya entiende la vida, ya sabe lo que hace, como dice la canción. Cuando ella me necesita ahí estoy. No me molesto ni soy vengativa ni espero que siempre se haga mi voluntad, soy paciente y además amo mucho a mi hija como para salir de pleito por cualquier cosita.
Mi hijo el mediano ha probado suerte con dos empleos. El primero que consiguió fue a los 6 meses de haber llegado y duró dos y no le gustó para nada.  En el segundo lleva casi 15 días y le encanta.  Se encuentra superanimado y tiene muchos planes. Gracias a Dios! Es una bendición ver a los hijos contentos en sus trabajos y progresando pasito a pasito.
De mi hijo el más pequeño sólo puedo decir que lo extraño, lo extraño y lo extraño.  Continua sus estudios universitarios y espero que salga muy pero muy bien capacitado, bajo su esfuerzo propio, lejos muy lejos de su familia.

No comments:

Post a Comment

Gracias por tu visita.