Jun 12, 2010

PERO QUE TIENE GOLDA

No pudimos encontrar ningún lugar económico para Golda. Así que hablamos todos en casa y no hubo objeción en que viniera a vivir con nosotros mientras encontraba trabajo o la forma de irse para España donde sus hermanas ya le tenían arreglado un trabajo. La llamo al hotel y le comunico señora Golda hablé con mis hijos y se puede usted venir a casa. Golda lloró de alegría y en cuestión de minutos ya estaba lista. Le dije mire Golda su dormitorio va a ser este pequeño sofa de la sala porque no tenemos cuarto. No se preocupe usted señora yo me puedo dormir hasta debajo de la escalera de la entrada.
No le digo, ahí pondrá usted su maleta y el sillón será para sentarse en el día y por la noche su cama. Muchas muchas gracias y Dios se lo pague, me dijo.
Tener a Golda en casa era casi como tener un gatito. No se siente, no se oye, come poquito tal vez porque es comida mexicana. Habla quedito, hasta creo que es un poco tímida. En pocos días me ha caído bien, se pone "las pilas", anda detrás de mi aprendiendo uno a uno los pasos que doy en las mañanas para hacer el desayuno y los lunches de todos.
A la semana de vivir con nosotros la casa es otra. Cada vez que llego por la tarde, están los baños limpios, la alfombra aspirada, la cocina impecable. La ropa lavada y planchada.
Juro que nunca le pedí que hiciera nada, porque yo solo estaba cumpliendo con darle techo mientras se buscaba una solución para que ella se reuniera con sus hermanas en España.
Sin embargo, Golda es de las personas que saben apreciar y agradecer la mano que se le tiende.
Mi hijo el mediano le decía señora está aburrida, si joven le contestaba ella, y él le decía tenga aquí hay libros para que lea. Y Golda se daba el tiempo para leer también.
Por la tarde al regreso de la oficina le preguntaba como estuvo su día señora, alguna novedad. No señora, nada pero sigo rezando al Señor de los Milagros para que no se olvide de mi. No se va a olvidar de usted señora, mire tengo a la Virgen de Guadalupe vamos a rezarle para que Ella también nos ayude.
A ver cuénteme que hizo hoy. Pues mire, hoy limpié los anaqueles de arriba. Pero señora no haga eso que tal que se cae. Ay señora como me voy a caer lo hago todo con mucho cuidado. Bueno pero usted no vino a esta casa a trabajar usted está aquí de paso así que deje de andar trabajando. Claro que no señora, me contestaba, en algo tengo que pagar todo lo que usted y el señor me dan.
Bueno pues señora le interesa saber cocina mexicana, le preguntaba yo. Y ella si señora a mi me interesa todo. De acuerdo, hoy cocinaremos pollo al pibil y se comienza así. Si quiere usted señora le pico la cebolla, como la quiere "plumita" o cuadradita. Pues plumita decía yo, y ella tomaba la cebolla en su mano y comenzaba con el cuchillo a hacer las rebanaditas mas finas que he visto en mi vida y sin usar la tabla. Pero señora Golda coja la tabla se va a cortar, no señora me contestaba, la pluma se hace así en la mano si no no sale. Como guste Golda y así, poco a poco fue entrando más y más en el círculo mío.
Continuará........

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